La República Popular
En 1953 después de que el control comunista se hubiera establecido con firmeza en la mayoría de las poblaciones, el Consejo de Gobierno Central Popular inició la elección de los congresos populares locales, que a su vez, eligieron los congresos del ámbito administrativo inmediatamente superior. En 1954 se completó la red de congresos electos, con la elección del Congreso Nacional Popular, que aprobó el borrador de la Constitución que se envió al Comité Central del Partido Comunista Chino.
La Constitución de 1954, que reemplazó a la Ley Orgánica de 1949 como la ley fundamental del país, confirmó la hegemonía del Partido Comunista Chino e introdujo cambios destinados a centralizar el control del gobierno.
La transformación de la sociedad
La política básica del régimen comunista fue transformar China en una sociedad socialista. Para alcanzar este fin se utilizaron ampliamente la educación en los principios del marxismo-leninismo y la propaganda política, en especial hacia los jóvenes. Se aseguró a las mujeres una posición de igualdad mediante las nuevas leyes de matrimonio, que pusieron fin a la práctica del concubinato, la poligamia, la venta de niños y la interferencia en los nuevos matrimonios de las viudas, y aseguraban derechos iguales respecto al empleo, propiedad de los bienes y divorcio. Se controló estrictamente la religión; se obligó a los misioneros extranjeros a salir del país y se colocó a clérigos chinos dispuestos a cooperar con los comunistas, al mando de las iglesias cristianas. Los intelectuales se
vieron sujetos al control gubernativo dirigido a la erradicación de las ideas anticomunistas.
En los primeros años de la República Popular, el gobierno también recurrió al terror en sus esfuerzos por eliminar a toda la oposición y a los enemigos potenciales; en 1951, las autoridades de Pekín afirmaron que entre octubre de 1949 y octubre de 1950, se ejecutó a más de un millón de los denominados elementos contrarrevolucionarios. Algunas autoridades extranjeras estimaron que esos datos podrían haberse incrementado a finales de 1951 a dos millones.
Política económica
La primera acción de los comunistas fue reconstruir la economía, que se había visto afectada por las consecuencias de las décadas de guerra continua.
Inmediatamente instituyeron medidas severas para controlar la inflación, restaurar las comunicaciones y restablecer el orden interno necesario para el desarrollo económico. Su política económica potenció la colectivización agrícola para poder promocionar el ahorro necesario para el establecimiento de la industria pesada. La industria privada pasó gradualmente a estar bajo propiedad
mixta estatal y privada. El control del Estado fue ejercido mediante una serie de programas que implicaban la incautación de los considerados sectores económicos básicos y la paulatina desaparición de algunos propietarios mediante pagos compensatorios fijos. La reforma agraria se inició en 1950 y fue seguida de la creación de equipos de ayuda mutua, cooperativas y granjas colectivas. El primer plan quinquenal, que se inició en 1953 y se llevó a cabo con ayuda soviética, potenció la industria pesada a costa de los bienes de consumo. La ayuda económica y el consejo técnico soviético contribuyeron en gran manera al éxito inmediato del programa.
Política exterior
La política exterior china reflejaba la unidad existente en el movimiento comunista internacional en la década de 1950. China y la Unión Soviética firmaron un tratado de amistad y alianza en 1950 y varios acuerdos complementarios, que concluyeron en 1952 y 1954, por los que la Unión Soviética hizo grandes concesiones a China, como la desaparición de la presencia soviética en Dongbei Pingyuan (Manchuria). China también pretendió estrechar relaciones con sus vecinos comunistas. Durante la guerra de Corea las tropas chinas ayudaron al régimen comunista de Corea del Norte contra las fuerzas de Naciones Unidas, enfrentándose directamente a las tropas de Estados Unidos.
Cuando este conflicto finalizó en 1953, los chinos aceleraron el flujo de la ayuda militar a los insurgentes comunistas que luchaban contra los franceses en Indochina. Zhou Enlai desempeñó un importante papel en las negociaciones de los Acuerdos de Ginebra de 1954, que terminaron momentáneamente con las hostilidades en esta región.
Con su llegada al poder, el régimen comunista también intentó recuperar los territorios que consideraba dentro de las fronteras históricas de China. En 1950, las tropas chinas invadieron Tíbet y obligaron al país a aceptar el mandato chino.
En agosto de 1954, Zhou Enlai declaró oficialmente que la liberación de Taiwan era uno de sus principales objetivos, mientras que desde el campo nacionalista se insistía también en volver a unificar el país. Los comunistas comenzaron a bombardear a principios de septiembre la isla de Quemoy, que se encontraba en manos de los nacionalistas, y posteriormente atacaron otras islas más allá de la costa de la China continental, entre las que se contaban Matsu y las Tachens.
Los nacionalistas respondieron con ataques aéreos y navales contra el continente.
Cuando en 1955 los comunistas intensificaron su ofensiva contra las islas, los nacionalistas, con la ayuda de la VII Flota de Estados Unidos, evacuaron las Tachens. Desde 1958 se ha mantenido de manera general por ambas partes un alto el fuego en los estrechos, aunque el régimen comunista nunca ha renunciado a utilizar la fuerza para conquistar Taiwan.
Fuente: Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. © 1993-2004
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Eugenio Anguiano (agosto de 2008).