Por lo que refiere al confucionismo

 Por lo que refiere al confucionismo, Wen ti hizo uso de éste para justificar su acceso al poder. Según Wright, lo utilizó, primero, estableciendo una serie de rituales y pronunciamientos para establecer importantes vínculos simbólicos con el último gran imperio unificador, el Han - estos rituales tenían por objeto las clases educadas, las familias aristocráticas- y, segundo, en la forma de una serie de actos cuyo objeto era restablecer una serie de principios políticos y modos de comportamiento útiles para asegurar la unificación política y la integración social.

Pese al poco aprecio que él mismo sentía hacia el confucionismo, nada más hacerse con el poder envió delegaciones a los más remotos lugares del reino para convocar a los maestros confucionistas y los clásicos volvieron a oírse en el imperio como no había sucedido desde la época Han. Aunque, como hemos mencionado antes, los confucionistas de esta época usaban el lenguaje del gobierno de la benevolencia y de los santos reyes como adorno, pero su perspectiva política era muy semejante a la de los legistas, de modo que sirvieron muy bien de cuerpo burócrata a Wen ti para producir las reformas necesarias para unificar institucionalmente el imperio. Wright dice que es difícil destacar de entre los muchos rituales que organizó para justificar su poder los más importantes y menciona simplemente la ceremonia de la entrega de los ocho sellos imperiales, la de los nueve regalos simbólicos, etc. como signos del emperador. Dio títulos póstumos imperiales a su padre y a su madre y estableció ancestros imperiales, regresó a su pueblo natal y adoró los sepulcros de sus ancestros entre otras actividades. Eligió el color rojo, el color del fuego, como color de su dinastía y adoró al Emperador del Fuego. Estas y cientos de otras actividades se realizaban observando los rituales codificados, por lo que previamente se había establecido el Consejo de los Ritos, como asesores de la corte sobre como debía proceder en el marco de la estructura santificada del ritual canónigo. Ordenó construir también una Ming Tang, o “casa cósmica”, según las “Ordenanzas de los Meses” del Libro de los Ritos, que ya se intentó en la época Qin pero que es una institución propiamente Han. Esta casa era un modelo del universo y representa el poder carismático del emperador para con las cinco fuerzas, su papel en ordenar la secuencia de las estaciones y la beneficencia del modo de funcionar ordenado de la naturaleza. En esta casa el emperador pasa su tiempo en un estado de ritual permanente. Pero Wen ti, cuando vio que los especialistas no se ponían de acuerdo sobre su configuración, desistió de construirla. Wen ti, tan preocupado como estaba por consolidar su poder, no estaba por la labor de desequilibrar las fuerzas cósmicas adoptando un diseño cuya eficacia y autoridad canónica estuviese en duda. Wen ti, igualmente se mostró muy prudente a la hora de hacer los sacrificios anuales rituales del emperador en la montaña sagrada, Tai Shan; después de muchas dudas y un primer sacrificio al pie de la montaña el primer año, se vio ya suficientemente legitimado para hacer el sacrificio completo en la cima de la montaña al año siguiente. Wen ti también estableció incentivos a los valores sociales del confucionismo, a las conductas ejemplares; como las de los hijos filiales, los nietos obedientes, viudos y viudas que no se volvían a casar quedaban exentos de impuestos. Se establecieron escuelas de estudios confucionistas y se dieron recompensas a los que sobresalieron en ellas. Wen ti utilizó la doctrina confucionista para justificar su conquista del sur; tras ejercitar las políticas antedichas en el norte, que le sirvieron para pacificar esa área según el modelo confuciano, publicó 300.000 panfletos a ser distribuidos en el sur justificando su determinación de acometer la conquista –tras ocho años de preparación- enumerando veinte crímenes del principal líder sureño y su deber, encomendado por el Cielo, de castigarlo. Este texto no contiene referencia alguna al budismo o taoísmo, es la clásica llamada con el argumento moral confuciano.

Sin duda, para un cambio dinástico, las doctrinas más adecuadas disponibles eran las confucianas. Pero una vez lograda la reunificación, punto en el que el confucionismo encuentra su máxima prominencia, Wen ti lo abandonará relativamente, pues para la pacificación del conquistado sur y para hacer frente a la diversidad cultural hizo más uso de otras tradiciones, especialmente del budismo.


Fuente: LA FILOSOFÍA POLÍTICA CHINA CLÁSICA

Historia y pensamiento en China

MANUEL HERRANZ

EL BUDISMO

 4. EL BUDISMO

El budismo llegó a China por primera vez durante la dinastía Han oriental, pero experimentó su expansión durante los anárquicos tiempos que siguieron a la caída de esa dinastía, de modo que se edificaron por doquier monasterios y muchos príncipes, en el norte y en el sur, se hicieron adeptos al budismo. Según los textos oficiales actuales de la historia china, el budismo introdujo en China una idea totalmente ajena al espíritu chino hasta tal fecha; la idea de la inmortalidad del alma.

4.1 La dinastía Sui

4.1.1 Wen Ti

Pese a que la dinastía Sui unificó el país durante menos de cuarenta años después de conquistar el poder en el año 581, su influencia es enorme. Se supone que instituyó las bases en el modo de gobierno para las brillantes dinastías que le sucedieron; la Tang y la Song. La dinastía Sui fue capaz de institucionalizar los cambios que la sociedad había experimentado durante los 300 años de división que siguieron a la dinastía Han. El ideal del “chun tzu”, el caballero, el hombre principesco confuciano había perdido durante estos años de anarquía el poder evocador que pudo tener durante la dinastía Han e incluso durante los Tres Reinos. La sociedad china acoge ahora elementos ideológicos bien potentes que desafían el monopolio del confucionismo, el taoísmo y el budismo.

Sui Wen ti reinó en China entre los años 581 y 604 dejando un legado de instituciones políticas y económicas, un nuevo código legal y nuevas procedimientos gubernamentales, así como un nuevo concepto de imperio que de nuevo reunificó y homogeneizó China. Hay que entender, según el ensayo de Arthur F. Wright15, que el origen de una tan profunda refundación del imperio se encuentra en el origen mismo del nuevo emperador y de la nueva dinastía, proveniente del norte, zona que había sido invadida por los bárbaros, y, por tanto, el sur difícilmente aceptaría su legitimidad para reinar sobre todo el imperio. Su padre era chino, pero funcionario en la corte del pueblo bárbaro Xianbei. Estos pueblos bárbaros tenían costumbres que no podían considerarse chinas; como el predominio de lo militar sobre lo civil, la falta de letrados en la corte y, en su puesto, representantes hereditarios de los clanes, etc.

Este sentimiento de falta de legitimidad ante los chinos del sur hará que Sui Wen ti, cuando conquiste toda China tenga una gran meticulosidad a la hora de atender a todos los sectores. Yang Jian, éste era su nombre antes de ser emperador, había sido educado en el budismo, en una época en la que, al tiempo, el taoísmo había tenido tanta fuerza que en ocasiones forzó a algunos gobernantes a prohibirlo. Mientras, en esa época de división, como ha estudiado Balazs, el confucionismo había acercado otras vez aún más sus posiciones hacia los legistas, estipulando unas leyes duras y centralistas. Entre estos nuevos confucianos se encontraría el Ministro de Wen ti, Kao Chiung.

En el estudio de Wright se manifiesta como Wen ti, necesitado de todo el apoyo para consolidar su dominio, logró configurar una política de apaciguamiento entre las tres corrientes ideológicas principales; el taoísmo, el budismo y el confucionismo y supo encontrar en la acción y en las formas de propaganda el medio adecuado para satisfacer las demandas de todas las corrientes al tiempo que las ganaba en apoyo de su gobierno.

A los taoístas les permitió la ordenación de gran cantidad de adeptos y apoyó las comunidades taoístas y sus actividades, promovió el culto a Laozi a cambio de tenerlos bajo control y que dieran fe de que su dinastía gozaba del favor del cielo como lo probaban indudablemente los signos astrológicos. Con respecto al budismo, pese a que el mismo era un devoto budista, siguió igualmente una política calculada para consolidar su poder a través de esa religión. El budismo, pese a contar con numerosos adeptos, había sido en ocasiones cruelmente perseguido. Wen ti permitió la religión budista pero, desde principio a fin, con un firme control estatal. El símbolo de la centralización religiosa fue el enorme templo budista de Ta sing.-shan su, que ocupaba buena parte del corazón de Chang an.

Del mismo modo que en la calle principal norte-sur estaba el principal templo taoísta Hsuan-tu kuan. Wen ti prohibió el sectarismo dentro del budismo, pues buscaba utilizarlo como fuerza unificadora. En sus edictos hace uso de eslóganes religiosos que, además, hacen referencia a la unidad del imperio. Wen ti también se asignó a si mismo nombres budistas que le conferían poder para convocar la guerra y le ensalzaban por velar por la doctrina. Igualmente, por conveniencia política, fomentó el budismo en el sur tras llevar a cabo la conquista como un elemento unificador estableciendo el budismo como elemento de homogeneidad de la sociedad en detrimento del confucionismo, una doctrina que no iba con sus intereses concretos. Promulgó decretos prohibiendo el trabajo a todos los funcionarios, excepto militares, de siete días para ciertas festividades. Estableció multitud de ceremonias de corte budista, los monjes fueron enviados a predicar la fe al pueblo, se expusieron reliquias de santos, etc. Se creó toda una galaxia de símbolos a su alrededor del rey sabio Asoka, como si Wen ti siguiese su modelo de reinado. El uso del budismo como medio ideológico para unificar razas y culturas tuvo un efecto sorprendente; en el mismo Japón advirtieron esta capacidad del budismo y la impresionante prosperidad que propició en China en el año 600; los embajadores de Corea pidieron reliquias budistas para su reino también.

Fuente: LA FILOSOFÍA POLÍTICA CHINA CLÁSICA

Historia y pensamiento en China

MANUEL HERRANZ

Los Han occidentales y los Han orientales

 



 Los Han occidentales y los Han orientales

La misma caída de la dinastía Qin no había sido causada por el levantamiento de alguno de los reinos previamente sometidos, sino por un levantamiento campesino, uno de cuyos líderes, Liu Bang, de una familia de campesinos, cuyo padre pasó a ser policía, fue proclamado el primer emperador de la dinastía Han con el nombre de Han Gao Yu.

La dinastía Han se mantiene asombrosamente durante 400 años sin provocar su propia caída en ese tiempo y poniendo en entredicho la ley a la que se somete cada dinastía. Pero no es una excepción. La dinastía Han se divide dos periodos; la occidental, llamada así porque su capital estaba en Chang an o Xian, y la oriental, porque su capital pasó a Loyang, más al Este del país. El fin de los Han occidentales es un caso característico del modelo de levantamiento campesino según los parámetros anteriormente descritos. Pero en este caso, en el año 8 d. 

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11 Balazs, Chinese Civilization and Burocracy, en el capítulo Polítical Philosophy and Social Crisis at the end of the Han Dinasty, Yale University Press, 1964, pag 203

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C. Wang Mang, sobrino de la emperatriz, Han Yuan Di12, depuso al infante emperador, del que Han Yuan Di era regente, y se proclamó emperador, llamando a su dinastía Xin (nueva). Wang Mang declaró todo el territorio propiedad del estado y se dispuso a mitigar la enorme disparidad entre ricos y pobres. Su reforma fue primero obstaculizada por los nobles y en tres años sería anulada; efectuó varios cambios en el sistema monetario que llevaron a la gente aún más a la bancarrota, y en el año 11 d. C el Río Amarillo cambió su curso –una buena señal para los que leen el cielo (volvería a cambiarlo en el año 1852) causando una tremenda sequía así como horribles plagas que provocaron el levantamiento de los campesinos hasta que Liu Xuan, un miembro de la dinastía Han, consiguió hacerse con el control de las tropas campesinas y tomó Chang an en el año 23 d. C. y Wang Mang fue asesinado. Liu procedió luego con la represión de los campesinos y la eliminación de sus generales, pero la guerra se prolongaba intermitentemente. Por fin, otro miembro de la dinastía Han, Liu Xiu, al que históricamente se le conocerá como el emperador Guang Wu, acabó con ellos y situó la nueva capital en Loyang comenzando la dinastía Han oriental.

Según el estudio bien fundamentado de Jean Levi13, si la dinastía Qin se había impuesto con la ideología totalitaria y despótica de los realistas, algo que él trata en el capítulo El Discurso de la Manipulación, los Han habrían asumido el mismo estilo de gobierno que los Qin pero habrían escondido sus intenciones en una terminología confuciana, hermética, ritualista, con el fin de “tener al pueblo sometido, pero tranquilo”, como dice Montesquieu del confucionismo, actitud que Levi trata en su capítulo La Manipulación del Discurso. Levi, entretanto, nos presenta el confucionismo como un sistema fundamentalmente no dialéctico, en el que la palabra no puede comunicar –aquí se vuelve a incidir en la semejanza entre el confucionismo y el taoísmo así como la doctrina budista Zen, en chino llamada Chan, por la que las palabras pueden sugerir, al modo poético, pero no comunicar, ni enseñar, ni tampoco sirve la escritura, por lo que el aprendizaje es una actitud ritual, costumbrista, repetitiva14. Sobre esa base ritual se construye un instrumento de manipulación del pueblo, que ya no es el “embrutecimiento”, al estilo del legista Shang Yang o “la omnisciencia” del rey espía, propuesta por Han Fei. Esta es posiblemente la experiencia que llevó a la frustración de los letrados mencionada más arriba.

Con el asentamiento de la dinastía Han oriental, el invariable curso económico llevó a los levantamientos campesinos otra vez. El más importante de ellos, que a la postre sería el causante de la caída de la dinastía, fue el de los “Turbantes Amarillos”. Su líder fue Zhang Jiao, quien durante una época de epidemia pudo dar tratamiento y enseñanzas taoístas entre la población, su doctrina era llamada el Camino de la Gran Paz. Preparó el levantamiento durante 10 años y estableció 

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12 Es también una constante en las dinastías chinas que el poder de la corte esté dividido y en lucha entre los letrados-funcionarios, los eunucos y los “clanes externos”, estos eran familiares de la esposa o de las favoritas del emperador. Wang Mang pertenecía a uno de esos clanes externos.

13 Jean Levi. Los funcionarios divinos. Política, despotismo y mística en la China antigua.

14 Vease también el libro de Chantal Maillard La sabiduría como estética. China. Confucionismo, taoísmo y budismo. Editorial Akal, Madrid, 1995

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el año 184 como el de la gran marcha campesina hacia Loyang, pero la denuncia de un traidor entre los sublevados dio al traste con el plan y se produjeron levantamientos dispersos que fueron en buena parte sofocados por el imperio con la ayuda de los terratenientes. Sin embargo, la lucha continuó durante 20 años, lo que provocaría luchas intestinas y la desmembración final del imperio en tres reinos, Wei en el Norte, Wu en el Sudeste y Shu en el Sudoeste. Tras un periodo de incesantes guerras, Wei se hizo brevemente con el control de toda China con el nombre de dinastía Jin. Con el fin de la dinastía Jin en el año 316, el país se dividió en muchos reinos, si bien se denomina a la época que va de la caída de los

Han hasta la dinastía Sui de las seis dinastías, en referencia a las seis casas que reclamaban los derechos a gobernar todo el imperio. Al tiempo, China quedó claramente dividida entre norte y sur. El norte –que refiere al norte del Yangtze o Rio Azul, principalmente controlado por invasores bárbaros, mientras el sur quedó como vaso de las esencias de la cultura china.


 



. EL ORDEN Y EL DESORDEN.

Caída de los Han

3.1 Explicación teórica sobre la caída de las dinastías chinas

La historia de China queda resumida en la primera frase de la famosa y admirable novela Los Tres Reinos - uno de los cuatro clásicos chinos; “El imperio, largo tiempo unido, debe dividirse y el imperio, largo tiempo dividido, debe unirse”. Esta es una constante predecible de la historia china reconocida por los intelectuales chinos de todas las épocas desde el Primer Emperador, pues obedece, hipotéticamente, a leyes económicas invariables. Cuando el imperio está dividido todos los recursos se dedican a la guerra de conquista y unificación hasta que ésta se consigue. Una vez asentada la nueva dinastía irremediablemente se produce el fenómeno de la concentración de la tierra y los campesinos que la van perdiendo - en ocasiones la tienen que vender simplemente por motivos fortuitos como una mala cosecha, una inundación para sobrevivir y generalmente porque no pueden pagar los impuestos, se transforman en proletarios del mundo rural hasta que no pueden soportarlo más y se levantan en rebelión. Esta es la explicación de Balazs – seguramente el más importante sinólogo occidental- que concuerda con la interpretación anticapitalista de los letrados-funcionarios que describe.

Tan pronto como en la dinastía Han, tres letrados, estudiados por Balazs, se repiten en la descripción del proceso de decadencia de las dinastías en los términos siguientes: Con la estabilidad en el imperio tras la unificación, comienza la producción de bienes innecesarios, como adornos, bellos trajes, caro mobiliario, casas lujosas, etc. al tiempo que adquiere preponderancia la clase de los comerciantes, artesanos, hoteleros, mercaderes, aquellos que ya prohibían los realistas o legistas. Esta producción de bienes innecesarios que cuestan fortunas

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10 Wolfram Eberhard. The political function of astronomy and astronomers in Han China, capítulo perteneciente a Chinese Thought and Institutions, editado por J. K. Fairbank.

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hacen que la gente no tenga interés por la agricultura, que solo sirve para vivir malamente pues los precios, los impuestos y la corrupción aumentan. Mientras unos se enriquecen más y más, otros, los campesinos, pierden poder adquisitivo hasta que no pueden ni adquirir alimento y, consecuentemente se produce el levantamiento campesino armado, así se expresa Wang Fu (90 a 165 a. C.), un letrado de la época Han, quien concluye; “la pobreza surge de la riqueza, la debilidad del poder, el orden engendra desorden y la seguridad, inseguridad”11.

Como Wang Fu opina un legista contemporáneo suyo, Tsui Shih, que cree que tal situación se debe, sobre todo, a la inercia de la paz. Estos filósofos ya observan algo crónico en la historia china; que la corrupción es inevitable ya que los salarios de los funcionarios no les llegan para vivir. Chung-chang Tung, un taoísta un poco posterior a los dos citados, enumera esos mismos males que acaban con todas las dinastías y propone acabar con los terratenientes poniendo límite a la propiedad privada.

Una y otra vez en la historia china, cuando el terreno de cultivo se reduce por inundaciones, sequía, sobrepoblación, o se ajusta el tornillo fiscal, o los usureros comienzan a embargar tierras, un líder se levanta y reúne bandas de campesinos en revuelta que arrasan el país cargando contra cualquier autoridad. La devastación y despoblación producida por la tremenda guerra civil hace que las fuerzas del orden declaren la remisión de tasas y la redistribución de la tierra que restaura el equilibrio hasta la nueva revuelta. Todas estas rebeliones llevaban el signo taoísta, la única alternativa al confucianismo. Pero, tanto los reformadores confucionistas como los taoístas, ponían sus ojos en el pasado, incapaces de diseñar una alternativa de futuro a la realidad. El pasado era inevitablemente el de los Reyes Santos para los confucionistas o el de la igualdad total y la falta de estado de una edad imaginaria para los taoístas.

Fuente: LA FILOSOFÍA POLÍTICA CHINA CLÁSICA

Historia y pensamiento en China

MANUEL HERRANZ

La historia de china, como cronología de una de las civilizaciones más antiguas

Historia

La historia de china, como cronología de una de las civilizaciones más antiguas del mundo con continuidad hasta la actualidad, tiene sus orígenes en la cuenca del Río Amarillo, donde surgieron las primeras dinastías Xia y Shang . La existencia de documentos escritos hace cerca de 3500 años han permitido el desarrollo en China de una tradición historiográfica muy precisa, que ofrece una narración continua desde las primeras dinastías hasta la edad contemporánea. La cultura china, según el mito, se inaugura con los tres emperadores originarios: Fuxi, Shennong y finalmente el Emperador Amarillo Huang, este último considerado como el verdadero creador de la cultura. Sin embargo, no existen registros históricos que demuestren la existencia real de estas personalidades, las que de acuerdo con la transmisión oral de generación en generación, habrían vivido hace unos 5000 a 6000 años.

La historia de China muestra más signos de independencia que cualquier cultura asiática, el pueblo chino no ha sufrido los efectos de grandes invasiones y gran parte de su cultura, como el sistema de escritura y numerosas facetas de su arte, apenas han variado en más de 3000 años.

Las leyendas hablan de un creador, P'an Ku, al que sucedieron una serie de soberanos celestiales, terrestres y humanos.

La enorme extensión del territorio ocupado por el estado actual de la República Popular China hace que, inevitablemente, la historia de todo este territorio abarque, en sentido amplio, a un gran número de pueblos y civilizaciones.

La narración tradicional china de la historia se basa en el llamado ciclo dinástico, mediante el cual los acontecimientos históricos se explican como el resultado de sucesivas dinastías de reyes y emperadores que pasan por etapas alternas de auge y declive.




Religión

Es una religión politeísta y con ciertos elementos del chamanismo y está profundamente influida por el budismo, el confucianismo y el taoísmo.

Como en casi todos los pueblos primitivos, la primera religión de la China fue la naturalista o sea, la adoración hacia lo desconocido y la fuerza que sobre el hombre pueden tener los fenómenos naturales, pero los chinos relacionaban la conducta del individuo con los fenómenos del universo.



Escritura

La caligrafía china es una rara y exótica flor en la historia de la civilización y una joya sin igual en la cultura oriental. En su aspecto gráfico, se la puede comparar con la pintura por su capacidad para despertar emociones mediante la rica variedad de sus formas y rasgos.

Su sistema de escritura, de origen logográfico, similar en este sentido a los sistemas maya y egipcio. La escritura china consta de miles de símbolos, llamados caracteres, en chino hànzì (漢字 / 汉字), que se han utilizado durante al menos tres mil años como forma escrita de la lengua china. El sistema de escritura chino fue adoptado también por otras lenguas asiáticas, en particular el japonés, el coreano y el vietnamita.



Arquitectura

La arquitectura china se caracteriza por el uso de una estructura de vigas y pilares de madera y un muro de adobe que rodea tres de los costados del edificio. La puerta y las ventanas principales se sitúan en el frente. Los chinos llevan usando la madera como uno de sus principales materiales de construcción desde hace miles de años. La madera representa la vida y ésta es la principal idea que la cultura china, en sus múltiples manifestaciones, trata de comunicar. Esta característica ha llegado hasta nuestros días.

En las viviendas tradicionales, por ejemplo, las habitaciones se asignan según la posición de cada persona en la jerarquía familiar. La cabeza de familia ocupa el cuarto principal, los miembros de mayor edad de la familia de éste viven en la parte de atrás y los más jóvenes, en las alas izquierda y derecha; los más mayores en la izquierda y los más jóvenes en la derecha.



Dragón chino

El dragón chino es una criatura mitológica y legendaria de China y de otras culturas orientales que dispone de partes de nueve animales: ojos de langosta, cuernos de ciervo, morro de buey, nariz de perro, bigotes de bagre, melena de león, cola de serpiente, escamas de pez y garras de águila. El dragón es también la personificación del concepto del yang (masculino) y está relacionado con el tiempo como propiciador de la lluvia y el agua en general. Su equivalente femenino es el fénix chino. El dragón inspira mucho respeto en la cultura china. Es un tabú desfigurar una representación de un dragón. Es símbolo de poder, dignidad y buena suerte.

La danza del dragón era ya un acto popular en época de la dinastía Sung (960-1279 a. C.) y sigue siéndolo en nuestros días. La máscara y el cuerpo del dragón que se emplean en la danza pueden ser de color dorado, verde, jaspeado o rojo fuego. La danza se puede interpretar tanto de día como de noche.

Fuente: Cultura china

En Colombia el conocimiento de esta cultura

es muy poco así que se pretende generar

un acercamiento a esta.

Angie Paola Roa Huertas,

Jessica Lorena Roa Huertas,

Julián Yesid Ruiz Rojas

11/05/2011

El confucianismo, doctrina oficial del imperio

 




El confucianismo, doctrina oficial del imperio

Como hemos dicho más arriba, el confucianismo no se instaló de pronto en la dinastía Han sino tras setenta años de lenta resurrección tras el exterminio que de la escuela hizo el Primer Emperador. Los confucionistas había sido asesinados o exiliados y sus libros quemados por la dinastía Qin. No es extraño que intentasen coaligarse y afianzarse con los Han. La cuestión es como pasaron a institucionalizarse como la burocracia e incorporarse a las tarea del gobierno del imperio, de un imperio bimilenario cuya mayor caracterización es la de precisamente ser un imperio burócrata.

Con la estabilización del imperio Han los grandes propietarios iban extendiendo sus propiedades hasta el punto de que comenzó a temerse por la disgregación del imperio en feudos si estos seguían acumulando poder, por lo que, en un intento de reforzar el poder central, el primer ministro Dong Zhongshu (179 – 104 a. C.) recurrió al reforzamiento de la tradición confuciana. Dong argumentaba que no se podría lograr un pensamiento unificado con la proliferación de muchas escuelas, de modo que propuso que se estudiasen tan solo los textos confucianos y la enseñanza del resto de las escuelas se prohibiese. A sugerencia de Dong, el emperador más destacado de la dinastía Han, Han Wu Di, estableció instituciones de alto aprendizaje en Chang an (Xi an), la capital, y en varias prefecturas en las que nombró como doctores a los expertos confucianos. En los años siguientes, muchos seguidores de las ideas confucianas fueron nombrados altos oficiales de la corte Han y el confucianismo asumió gradualmente la posición dominante.

Según el estudio del sinólogo Helmut Wilhelm, en su trabajo sobre el estilo literario fu que floreció a principios de la dinastía Han9, la obtención del rango de funcionarios supuso para los letrados un arma de doble filo. Por una parte

aseguraban su estatus, pero, por otro, perdían su independencia. Wilhelm hace un estudio de cuatro poemas del estilo fu, que denomina “la frustración del letrado”.

Uno de esos poemas es de Hsun Ching. Éste primero despliega sus buenas calificaciones para ser funcionario y, sin embargo, concluye en que, como en los tiempos pasados - los de Confucio y Mencio- , no es ésta la época correcta para él. Acusa a la gente de su tiempo de vivir en la ceguera y la estupidez y concluye diciendo “¿cómo puedo ‘casarme’ con ellos?”. Otro poema, de Chia I, muestra desesperación porque no hay síntomas de la gracia celestial en el porvenir. Según Wilhelm, aunque el texto de Hsun Ching parece personal, se refiere en realidad a la relación entre el emperador y los letrados y, en ella, el emperador es el culpable.

Wilhelm menciona, además, los textos fu de la “frustración del letrado” más paradigmáticos - que el no traduce por ser bien conocidos, dice. El primero pertenece al prominente confucionista de la época, Tung Chung-shu, quient tuvo mucho que ver con la institucionalización de la clase de los letrados, y otro, del gran historiador Sima Qian. Tung fue fundador de la Escuela del Nuevo Texto, que tenía pretensiones de independencia respecto al poder, en contraste con la Escuela del Viejo Texto, totalmente sumisa al emperador. Según la visión - de frustración- de Tung, éste lleva a su extremo el dilema de la contraposición entre la independencia y el poder, señalando que es una cuestión insoluble. Primero plantea dos soluciones racionales y luego las lleva a ambas a un callejón sin salida. Tung, sin embargo, apunta luego a la idea de la oportunidad, de modo que, coherente con su práctica política en la Escuela del Nuevo Texto que busca la independencia personal, local y regional del letrado, ve que el tiempo puede abrir puertas a la oportunidad, en el sentido inverso a los tiempos impropicios que él vive. En el caso de Sima Qian, a quien se le ha caracterizado en ocasiones de taoísta, pero que, según Wilhelm es más fiel confucionista que el mismo Tung, no hay solución entre la ambición del letrado y su realización. El resultado más lógico sería, según Sima Qian, el suicidio, caso que él trata bien ampliamente en su poscrito a las biografías de Qu Yuan - uno de los más famosos poetas chinos, que se suicidó cuando el Primer Emperador anexionó su estado- y Chia I, e igualmente lo trata largamente en su carta a Jen An. El porqué él mismo no elige ese camino lo explica en esta última carta aduciendo dos razones; el terror que le produce que la acción misma le quite la conciencia de su dignidad y que quiere permanecer fiel a su vocación. Esta es ya una actitud por la que Confucio era famoso; de él fue dicho: “Hay alguien que quiere realizar una tarea incluso aunque sabe que no podrá ser realizada”. Esa actitud de Confucio es la que crea el funcionariado en China, según concluye Wilhelm.

Uno de los asuntos que más preocupaban a Dong Zhongshu era la relación entre el emperador y el cielo. A la vieja idea de que el emperador recibe el mandato del cielo añadió la de que al hacerlo le adjunta una moralidad inherente; el deber de trabajar para realizar la voluntad del cielo y, si lo hace bien, el cielo enviará buen tiempo para recompensarlo y si no, eclipses, tormentas y meteoros o fenómenos extraordinarios para advertirle. Este pensamiento está bastante arraigado en la mentalidad china hasta el día de hoy. En ese sentido, es significativo que siempre se destaca que Mao murió tras un terrible terremoto.

Al respecto de las señales del cielo, en la dinastía Han es interesante el estudio de Wolfram Eberhard10. En este estudio se pone de manifiesto la utilidad política que se hace de cualquier acontecimiento natural extraordinario o semiextraordinario para criticar el comportamiento del emperador, de su esposa, de sus ministros, como augurio para sus planes o como anticipo de futuras desgracias. Tal anarquía de interpretaciones de los acontecimientos meteorológicos lleva al autor a la conclusión que los estudios y las observaciones del cielo tenían un uso político y no científico - por el contrario, el aspecto político perjudicó notablemente el avance científico y la utilidad de su conocimiento para la agricultura- y servían para controlar y modificar la acción del emperador, al modo, dice el autor, que en la Europa medieval se limitaba el despotismo feudal apelando a la Biblia.


Fuente:  LA FILOSOFÍA POLÍTICA CHINA CLÁSICA

Historia y pensamiento en China

MANUEL HERRANZ


LA FILOSOFÍA POLÍTICA CHINA CLÁSICA - Hsun

 LA FILOSOFÍA POLÍTICA CHINA CLÁSICA

Historia y pensamiento en China

Hsun

El último representante del confucianismo antes de la reunificación, el maestro Hsun, mantuvo una doctrina confucionista más contemporizadora y sus discípulos, como Han Fei o Li Su, abandonaron el confucianismo y se hicieron legistas. El maestro Hsun, cincuenta años más joven que Mencio, ocupó altos cargos de gobierno. Pertenecía a una de las familias más importantes del principado Qin. Es el primero en construir un sistema coherente y completo de la doctrina de Confucio. Es precursor de la escuela legista o realista; propone que hay que recompensar lo bueno y castigar lo malo. El hombre es malo por naturaleza, lo que hay en él de bueno es artificial. Todos quieren ganar y entre todos hay rivalidad y desde el nacimiento vivimos en la envidia, el odio, la violencia y la injusticia. Lo artificial, la civilización, es lo que ha hecho al hombre el más alto entre las criaturas ya que vive en la justicia objetiva de los ritos. La primera expresión de la vida en sociedad es el reparto de bienes y honores y para ser equitativos en ese reparto este debe ser hecho de acuerdo con los ritos. La formación de la sociedad es la que da potencia a los hombres y les distingue de los animales. La disputa causará el desorden, el desorden la desunión y la desunión la debilidad. Los ritos son los que unifican y organizan, representan una norma social objetiva, exterior al individuo. Así sucede lo mismo con las designaciones. Para Hsun, éstas son producto de la convención arbitraria, pero

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8 Durante la vida de Mencio, el pequeño estado de Sung se dispuso a gobernar benevolentemente según la doctrina del maestro, pero el resultado fue muy insatisfactorio pues otros estados lo difamaron y atacaron. Mencio no se dio por vencido y argumentó que si Sung no había ganado el respeto y la admiración de los demás se debía a que no había puesto bien el práctica el gobierno de la benevolencia. Este es uno de los sucesos que, junto a la actitud de avestruz que tomaron los confucianistas, preparó el camino para el florecimiento de los realistas o legistas como ya mencionamos antes. eso no les quita valor puesto que, pese a su origen, sirven para la unión de la sociedad y la capacitan para entenderse.

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Un buen gobierno, en suma, es conseguir la formación de un sistema de ritos de acuerdo con la equidad y un sistema de designaciones correctas. Hay que castigar severamente a los que se salgan de esas normas. Los ritos y el lenguaje son obra de los reyes santos de la antigüedad, los fundadores de la civilización y de la sociedad. Una gran diferencia de Hsun con Confucio es que no propone la imitación de los antiguos, pues a esos no se les puede conocer bien, sino de los más recientes.

El fin del hombre es, ya que malo por naturaleza, adquirir la mayor capacidad de virtudes artificiales posibles por vía de la reflexión. Hay que comenzar con la ayuda de un maestro, pero luego solo los hombres de bien pueden obtener beneficio de la enseñanza pues el reconocimiento de la verdad, por último, está en el corazón.

Fuente: LA FILOSOFÍA POLÍTICA CHINA CLÁSICA

Historia y pensamiento en China

MANUEL HERRANZ

Por lo que refiere al confucionismo

 Por lo que refiere al confucionismo, Wen ti hizo uso de éste para justificar su acceso al poder. Según Wright, lo utilizó, primero, estable...