EL BUDISMO

 4. EL BUDISMO

El budismo llegó a China por primera vez durante la dinastía Han oriental, pero experimentó su expansión durante los anárquicos tiempos que siguieron a la caída de esa dinastía, de modo que se edificaron por doquier monasterios y muchos príncipes, en el norte y en el sur, se hicieron adeptos al budismo. Según los textos oficiales actuales de la historia china, el budismo introdujo en China una idea totalmente ajena al espíritu chino hasta tal fecha; la idea de la inmortalidad del alma.

4.1 La dinastía Sui

4.1.1 Wen Ti

Pese a que la dinastía Sui unificó el país durante menos de cuarenta años después de conquistar el poder en el año 581, su influencia es enorme. Se supone que instituyó las bases en el modo de gobierno para las brillantes dinastías que le sucedieron; la Tang y la Song. La dinastía Sui fue capaz de institucionalizar los cambios que la sociedad había experimentado durante los 300 años de división que siguieron a la dinastía Han. El ideal del “chun tzu”, el caballero, el hombre principesco confuciano había perdido durante estos años de anarquía el poder evocador que pudo tener durante la dinastía Han e incluso durante los Tres Reinos. La sociedad china acoge ahora elementos ideológicos bien potentes que desafían el monopolio del confucionismo, el taoísmo y el budismo.

Sui Wen ti reinó en China entre los años 581 y 604 dejando un legado de instituciones políticas y económicas, un nuevo código legal y nuevas procedimientos gubernamentales, así como un nuevo concepto de imperio que de nuevo reunificó y homogeneizó China. Hay que entender, según el ensayo de Arthur F. Wright15, que el origen de una tan profunda refundación del imperio se encuentra en el origen mismo del nuevo emperador y de la nueva dinastía, proveniente del norte, zona que había sido invadida por los bárbaros, y, por tanto, el sur difícilmente aceptaría su legitimidad para reinar sobre todo el imperio. Su padre era chino, pero funcionario en la corte del pueblo bárbaro Xianbei. Estos pueblos bárbaros tenían costumbres que no podían considerarse chinas; como el predominio de lo militar sobre lo civil, la falta de letrados en la corte y, en su puesto, representantes hereditarios de los clanes, etc.

Este sentimiento de falta de legitimidad ante los chinos del sur hará que Sui Wen ti, cuando conquiste toda China tenga una gran meticulosidad a la hora de atender a todos los sectores. Yang Jian, éste era su nombre antes de ser emperador, había sido educado en el budismo, en una época en la que, al tiempo, el taoísmo había tenido tanta fuerza que en ocasiones forzó a algunos gobernantes a prohibirlo. Mientras, en esa época de división, como ha estudiado Balazs, el confucionismo había acercado otras vez aún más sus posiciones hacia los legistas, estipulando unas leyes duras y centralistas. Entre estos nuevos confucianos se encontraría el Ministro de Wen ti, Kao Chiung.

En el estudio de Wright se manifiesta como Wen ti, necesitado de todo el apoyo para consolidar su dominio, logró configurar una política de apaciguamiento entre las tres corrientes ideológicas principales; el taoísmo, el budismo y el confucionismo y supo encontrar en la acción y en las formas de propaganda el medio adecuado para satisfacer las demandas de todas las corrientes al tiempo que las ganaba en apoyo de su gobierno.

A los taoístas les permitió la ordenación de gran cantidad de adeptos y apoyó las comunidades taoístas y sus actividades, promovió el culto a Laozi a cambio de tenerlos bajo control y que dieran fe de que su dinastía gozaba del favor del cielo como lo probaban indudablemente los signos astrológicos. Con respecto al budismo, pese a que el mismo era un devoto budista, siguió igualmente una política calculada para consolidar su poder a través de esa religión. El budismo, pese a contar con numerosos adeptos, había sido en ocasiones cruelmente perseguido. Wen ti permitió la religión budista pero, desde principio a fin, con un firme control estatal. El símbolo de la centralización religiosa fue el enorme templo budista de Ta sing.-shan su, que ocupaba buena parte del corazón de Chang an.

Del mismo modo que en la calle principal norte-sur estaba el principal templo taoísta Hsuan-tu kuan. Wen ti prohibió el sectarismo dentro del budismo, pues buscaba utilizarlo como fuerza unificadora. En sus edictos hace uso de eslóganes religiosos que, además, hacen referencia a la unidad del imperio. Wen ti también se asignó a si mismo nombres budistas que le conferían poder para convocar la guerra y le ensalzaban por velar por la doctrina. Igualmente, por conveniencia política, fomentó el budismo en el sur tras llevar a cabo la conquista como un elemento unificador estableciendo el budismo como elemento de homogeneidad de la sociedad en detrimento del confucionismo, una doctrina que no iba con sus intereses concretos. Promulgó decretos prohibiendo el trabajo a todos los funcionarios, excepto militares, de siete días para ciertas festividades. Estableció multitud de ceremonias de corte budista, los monjes fueron enviados a predicar la fe al pueblo, se expusieron reliquias de santos, etc. Se creó toda una galaxia de símbolos a su alrededor del rey sabio Asoka, como si Wen ti siguiese su modelo de reinado. El uso del budismo como medio ideológico para unificar razas y culturas tuvo un efecto sorprendente; en el mismo Japón advirtieron esta capacidad del budismo y la impresionante prosperidad que propició en China en el año 600; los embajadores de Corea pidieron reliquias budistas para su reino también.

Fuente: LA FILOSOFÍA POLÍTICA CHINA CLÁSICA

Historia y pensamiento en China

MANUEL HERRANZ

Por lo que refiere al confucionismo

 Por lo que refiere al confucionismo, Wen ti hizo uso de éste para justificar su acceso al poder. Según Wright, lo utilizó, primero, estable...