Un total de 181 bandas terroristas han sido desarticuladas después de que la policía de la región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China, iniciara una campaña generalizada contra el terrorismo hace un año.
Los datos hechos públicos por el comité regional del Partido Comunista de China muestran que el 96,2 por ciento de los grupos terroristas fueron desbaratados antes de llevar a término sus planes y que 112 sospechosos se entregaron a la policía.
La campaña fue lanzada al día siguiente del atentado con bombas de mayo de 2014 en un mercado de Urumqi, capital regional, en el que murieron 39 personas.
Además de acciones contra el terrorismo, la policía también ha tomado medidas contra el extremismo religioso y la difusión del terrorismo a través de vídeos y audios e intensificó las acciones contra el paso fronterizo ilegal.
De acuerdo con las cifras oficiales, solo el 8,7 por ciento de las condenas por casos de terrorismo dictadas por los tribunales de la región entre mayo del año pasado y abril de 2015 fueron recurridas por los acusados, una proporción muy por debajo de la que se registra en los casos criminales ordinarios en Xinjiang.
Residentes de todos los grupos éticos de la región han constituido una importante fuerza en la lucha contra esos males. Un total de 81 casos fueron resueltos a partir de avisos públicos durante la campaña.
A principios de agosto del año pasado, más de 30.000 voluntarios ayudaron a la policía a perseguir a sospechosos de terrorismo en el distrito de Karakax. Después de la acción las autoridades prometieron conceder una recompensa de más de 300 millones de yuanes (48 millones de dólares) en efectivo a los que ofrecieron apoyo para atrapar a los sospechosos.
En otro caso en Kashgar en enero, familiares de un sospechoso de terrorismo informaron de los indicios a la policía y residentes locales ayudaron voluntariamente a seguir el rastro del sospechoso estableciendo puestos de control y realizando encuestas en hogares.
El oficial de policía auxiliar Eli Ismail murió luchando contra un ataque terrorista en el distrito de Baicheng en febrero. Su padre, pese al duelo, dio su pleno apoyo al sueño de otro hijo de ser policía.
"Si muere también, lucharé yo", manifestó el padre.
Para debilitar la influencia del extremismo religioso, las autoridades locales han promovido la vida moderna en la región, por ejemplo, animando a las mujeres a dejar de llevar burka, vestido islámico que les cubre la cara, y a ponerse, en cambio, su colorida vestimenta tradicional.
El órgano legislativo regional ha aprobado una regulación que prohíbe el uso del burka en los lugares públicos en Urumqi.
(Fuente: Xinhua)