ECONOMÍA CHINA: PASADO, PRESENTE Y FUTURO
Antes comentar que, aparte de subir los tipos, Pekín también impuso medidas administrativas para intentar controlar la inflación inmobiliaria. La obligatoriedad de pagar un elevado porcentaje en efectivo para comprar una vivienda es el ejemplo más recurrente. También se han impuesto restricciones a la adquisición de inmuebles con fines especulativos. Pero la medida más comentada, sin duda, ha sido la subida constante del ratio sobre reservas bancarias (reserve requirement ratio o RRR, por sus siglas en inglés). Más que actuar sobre el precio del dinero, China suele adoptar una estrategia de política monetaria cuantitativa (controla directamente los niveles o cantidad de liquidez). China retira liquidez del sistema cada vez que aumenta el ratio sobre reservas bancarias y viceversa. El ratio sobre reservas bancarias es un porcentaje sobre depósitos que los bancos comerciales están obligados a mantener dentro del propio banco central. Y, cuanto más elevada sea dicha magnitud, menos dinero disponible tendrá el sistema bancario para prestar.
Aclarado este punto, el RRR también ha evolucionado de forma similar a los tipos de interés.
Entre septiembre y diciembre del año 2008, lo que observamos es un recorte de 200 puntos básicos
para los grandes bancos (del 17,5% al 15,5%). Durante 2009, al igual que ocurrió con los tipos de interés, el RRR no varió. Y no es hasta junio del año 2011, momento en que la economía repunta
notablemente -aunque con una elevada inflación- cuando el RRR sube otra vez 600 puntos básicos
(21,5% para los grandes bancos comerciales). La “W” que señalábamos antes, también podemos
apreciarla si observamos con detenimiento cómo evoluciona el RRR (del 21,5% entonces, ha bajado
nuevamente al 20,5% actual).
Hemos dicho que las políticas monetarias restrictivas, aplicadas fundamentalmente durante 2011, respondían sobre todo a una necesidad inmediata: contener la inflación. La demanda agregada china estaba muy caliente, básicamente por las inyecciones masivas de liquidez tras el colapso del banco Lehman Brothers. Entonces, las exportaciones chinas habían empezado a sufrir un retroceso histórico en el último trimestre del año 2008, por lo que era preciso encontrar otras vías de crecimiento. Pero, tarde o temprano, las tensiones inflacionistas tenían que aflorar.
Todas las subidas antes mencionadas del RRR durante 2011, también estaban evidenciando otra anomalía estructural de China: la intervención cambiaria. Efectivamente, el yuan chino no cotiza libremente. Y, para mantener su precio relativamente bajo después de cada superávit exterior,
el banco central tiene que absorber divisa extranjera (dólares estadounidenses) mientras imprime
simultáneamente moneda nacional.
Esta liquidez adicional en yuanes, derivada del superávit exterior chino, se “esteriliza”
subiendo el RRR.
Todos hemos escuchado a los diferentes gobiernos de Wahington protestar por lo que allí llaman “la
cotización artificialmente barata del yuan”. Dicha premisa no responde más que a una devaluación
constante del yuan para mantener la competitividad de las exportaciones chinas. No olvidemos que
el milagro económico chino se basa en un modelo de inversión, exportaciones baratas y ahorro. Un
modelo que, según todos los analistas, debe cambiar.
En resumen, las tensiones inflacionistas por el lado de la demanda agregada china responden
básicamente a dos disfunciones estructurales:
1) Distribución “arbitraria” o “ineficiente” del crédito bancario. Liquidez excesiva, más bajos tipos de interés, que favorecen inversiones con rendimientos decrecientes (vivienda y otras industrias sobrecalentadas).
2) Intervención administrativa del yuan o reminbi, que exige inyectar más liquidez al sistema para mantener el tipo de cambio fijo.
Nótese también que los endurecimientos monetarios (tipos y RRR), además de atajar la inflación,
enfrían el crecimiento económico. Y toda desaceleración brusca del PIB, por definición, puede
provocar desequilibrios tanto económicos como sociales que condicionaran su evolución futura. El
debate coyuntural es si China afronta un aterrizaje brusco o suave de su economía. Todo dependerá
de cómo gestione estas tensiones a corto plazo aunque, para evitar que se perpetúen, debe mantener
un ojo puesto en el medio-largo.
Fuente: ECONOMÍA CHINA: PASADO, PRESENTE Y FUTURO
Ponencia a cargo de ALBERTO JAVIER LEBRÓN VEIGA, corresponsal de Business
Televisión en China y Asia-Pacífico.