CHINA: PASADO, PRESENTE ECONOMÍAY FUTURO
OFERTA AGREGADA Y PRODUCTIVIDAD
El aumento de la demanda agregada china no debería traer consigo un menor crecimiento, ni
tampoco tensiones inflacionistas, si su oferta o capacidad productiva consiguiera crecer al mismo
ritmo.
Existe estancamiento e inflación cuando la demanda está muy caliente. Pero también cuando la
oferta total de una economía es insuficiente. Sobre lo primero, ya hemos dicho que la liquidez
excesiva explica algunas tensiones actuales de demanda en China. Aunque también existen
factores que impiden a la oferta crecer lo suficiente como para absorber de manera óptima
una demanda creciente aquí.
Hablamos de oferta agregada para definir la producción total del país o PIB. Dicha producción total
se obtiene combinando los factores productivos “tierra”, “capital” y “trabajo”. Manteniendo
constantes todos los factores, la producción total ofrecida será constante. Aumentando todos o
cualesquiera de los factores considerados, la producción ofrecida se incrementará en una proporción
idéntica. Y, aún manteniendo constantes los tres factores productivos del sistema económico chino,
el producto final ofrecido también podría incrementarse siempre que lo hiciese la productividad.
Esto último es lo que se conoce como crecimiento explicado por el factor tecnológico, o
productividad total de los factores productivos (Total Factor Productivity o TFP, según sus siglas en
inglés).
Como hemos comentado en algún momento de la presente ponencia, China ha crecido a una media
del 10% durante los últimos treinta años. Desde la demanda lo ha hecho gracias al modelo
inversión-exportaciones. Y, desde la oferta, lo ha hecho gracias al aumento de su capacidad
productiva.
Propongo analizar la siguiente tabla para identificar qué tendencias se pueden observar en China
desde 1978, y cuáles podría seguir hasta el periodo 203029.
Hagamos ahora una comparación sencilla de las magnitudes entre 1995-2010 y 2026-30. En primer
lugar, observamos que el crecimiento para 1995-2010 es del 9,9%. El del periodo 2026-30 está
previsto que se reduzca a la mitad. Las razones de dicho agotamiento podemos encontrarlas
analizando la evolución del trinomio trabajo-capital-productividad (tecnología).
Por un lado, observamos que la acumulación del factor trabajo tiende a decrecer (desde el 0,9%
de 1995, hasta las cuatro décimas negativas correspondientes al periodo 2026-30). Si se van
incorporando menos trabajadores al sistema, el PIB no puede crecer tanto como cuando estaban
incorporándose más (salvo que aumentara sustancialmente la productividad). Sin embargo, en esta
misma tabla vemos que la productividad laboral también se desacelera (del 8,9% al 5,5%).
La acumulación de capital, factor fundamental para explicar el crecimiento económico, parece seguir una tendencia idéntica a desacelerarse. Véase que la inversión sobre PIB alcanzaba el 46,4% en 2010, cuando hacia 2030 puede situarse por debajo del 35%. Además, este descenso de la inversión exigirá un menor ahorro para financiarla, lo que colateralmente deberá incrementar el consumo (del 48,6% actual al 66% previsto para 2030). Por último, ante estas tendencias es lógico también que aumente el peso del sector servicios en detrimento de los sectores agrícola e industrial.
La estructura económica china está cambiando, lo cual explica las tensiones inflacionistas ejercidas por un modelo virtualmente caduco como el actual basado en inversión y exportaciones baratas. La nueva oferta económica, más orientada al consumo interno, exige una reestructuración del modelo. Exige un crecimiento más equilibrado.
Fuente: ECONOMÍA CHINA: PASADO, PRESENTE Y FUTURO
Ponencia a cargo de ALBERTO JAVIER LEBRÓN VEIGA, corresponsal de Business
Televisión en China y Asia-Pacífico.